lunes, 21 de marzo de 2011

Marzo 3 de 2011


En el día de inducción, no fue mi primer día puesto, que aquí he realizado mi practica gerencial ya varios días.
En este día me dedique a acompañar el trabajo de los niños, para observar cómo estaban trabajando, en los días que he estado con ellos ya se han acostumbrado a verme allí, así que mi presencia no les causo intriga, ni asombro.
En la jornada el profesor Rigoberto me puso como tarea revisar las tareas de matemáticas de los estudiantes, mientras que el escribía unos ejercicios para realizar en el aula sobre la misma temática, pero más complejos. Después de explicarlos, les dio el tiempo a los estudiantes para resolverlos, durante la explicación ninguno de los estudiantes expreso tener dudas.

Lo que más me causo impresión en este día, fue que en el momento de resolver los ejercicios los estudiantes no tenían claridad para hacerlo. Me senté en una mesa a trabajar con tres de los estudiantes y explicarles como yo sé hacerlos, para que ellos lograran realizar los ejercicios por si mismos, para mi sorpresa, ellos entendieron con más facilidad y rapidez. El maestro al ver esto me pidió colaboración para explicarles a los otros jóvenes que aun tenían dificultad.


La reflexión que saco de este día es que no todos los estudiantes aprenden de  la misma manera, eso ya lo sabemos, pero entonces actuemos frente a ello, debemos siempre cerciorarnos de que lo que estamos enseñando de verdad es claro para los estudiantes y buscar estrategias que nos ayuden a lograr esto.

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