lunes, 21 de marzo de 2011

Marzo 10 de 2011


En el primer día de contextualización, quería dedicarme a observar todo el ambiente físico del aula, y los datos personales de los niños, pero en el transcurso de esta observación, a petición del profesor revisé la tarea de español de los estudiantes allí pude notar las falencias que presentan los estudiantes en su lenguaje y escritura.

Pude notar muchas falencias que tienen en este aspecto los estudiantes pero lo que más me impacto de este día, fue el observar que los estudiantes se abstienen de escribir porque no saben hacerlo correctamente, al igual que leer. Ellos hablan normalmente, y pueden decir una frase completa creada por sí mismos, pero en el momento de escribirla prefieren no hacerlo porque no saben cómo se escribe aquello que hablan, así que cuando lo hacen, lo escriben como creen y se saltan la mayoría de vocales.

Esta falencia no solo los afecta cognitivamente, puesto que los jóvenes debido a esto evitan expresar sus pensamientos abiertamente y simplemente escriben frases sencillas. Me dirigí hacia una de los estudiantes para que escribiera algo, pero con pena me expreso que no sabía muy bien como se escribían muchas cosas y que prefería decírmelo oralmente. Este es un aspecto que también afecta su autoestima y son vacios que quedan en su aprendizaje.

Mi reflexión para este día es que como maestros, debemos estar conscientes que lo que debemos lograr en nuestros estudiantes, no es transmitir y transmitir contenidos, sino por el contrario producir aprendizaje consciente, si el transcurso del camino es rápido no es lo importante, sino que cada paso sea productivo y constructivo para nuestros estudiantes. 

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